27 de diciembre de 2007

17 de diciembre de 2007

Secuencia 2

.
(...)
.
YOLANDA: Naces y mamá quiere desaparecerte.
Papá te saca de la casa, desnuda.
No sabemos a dónde te lleva.
Más tarde, Rosalba te encuentra en el patio trasero.
Los perros te rodean, no han comido en una semana.
.
.
MARCELA: (Hacia ella misma) ¡Por qué no me comieron!
.
.
.
.
YOLANDA: Eres fuerte, eres especial.
Cuando Rosalba te descubre y trata de apartarte de aquellas bestias...
la atacan.
.
.
ROSALBA: Me muerden, mas no me comen.
No, los perros no.
Te sostengo en mis brazos y odio a mis padres por haberte hecho eso.
.
.
YOLANDA: No digas que los odias. Ellos tenían miedo.
MARCELA: ¿De qué?YOLANDA: (con otra voz) ¡Es otra idiota, es otra idiota!
.
.

.
.
ROSALBA: Ellos lo piensan todo el tiempo.
No lloras, no comes, no abres los ojos, sólo babeas.
¡Nunca he visto tanta saliva!
..
.

MARCELA: ¿Y no pensaron que no abría los ojos
por temor a ver tanta locura?
.
.
(...)
.
.
'LAS QUE NO SIENTEN'
Kerim Martínez

11 de diciembre de 2007

Todo se transforma


Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor que se hizo vapor,
luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.

Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano rincón
de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volveríaun día
a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino,
en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo
te devolvería......

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.