7 de marzo de 2007

Gurb

Tras dos meses sin noticias de Gurb, aparece. Nunca le importa cuánto tiempo llevo esperando... llega como si nunca se hubiera marchado. Esta vez no tenía motivos para pensar que no regresaría pero siempre vuelve sin avisar. El tiempo que se queda es como un terrible dolor de cabeza... y en su inocente existencia es totalmente ignorante de lo inaguantable que resulta. No es un buen momento, ya se lo he dicho, pero le entra por un oído y le sale por otro. El corazón rojo también ha vuelto a casa y la habitación de al lado de nuevo está completa. Las noches en la pequeña cama vuelven a ser felices, realizadas. Las noches de la cama grande parecen mucho más largas, y la cama mucho más grande. Los gemidos acunan como una nana de amor, es precioso y melancólico, triste y dulce el dormirse así. El calor del deseo traspasa los muros y contagia la armonía de su naturaleza. Los instintos te transportan a lo más antiguo que puede recordar lo inconsciente de tu mente animal. Aún así, prefiero perderme solitaria en la inmensidad pesada de la gran cama. Quiero que se vaya y estar sola, tranquila, observadora... oyente... como un ente que absorve la realidad y la toma como experiencia propia. Como un camaleón de inquietos ojos que se mueven radiándolo todo. Como esa portada de Gurb. Como era yo, solo yo, solitaria yo. Pero no se irá. Estará el tiempo que desee, como siempre y se marchará cuando ya me haya vuelto a acostumbrar. No tiene remedio, es un ciclo, como todo. Y cuando acabe, cuando se marche, entonces sentiré el desierto de ésa, la cama grande, escuchando deseos ajenos, inventando los mios para llenarla y perdiéndome en otros escritos absurdos y sin sentido.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno el dibujo!!! Será porque hoy me siento un poco así... *;P Ajaja

Hay personas que aparecen, desaparecen, te llenan y te vacían, y nunca te piden permiso para ello. Y nunca se preguntan si está aun libre ese hueco de tu vida, si tienes un segundo para ellos. Y siempre vuelven, llaman a tu puerta y no te puedes quedar sólo observando a través de la mirilla.

Historias de éstas me conozco unas cuantas. Hasta que hubo un día, que sin un porqué tampoco, marcharon para siempre...

Besos

Negartija dijo...

Gracias por tus comentarios Mar. Siempre es genial otra perspectiva de lo que uno cuenta para verlo de otra manera.

Anónimo dijo...

Vaya...! Gurb, que libro tan llamativo, que creo que hoy en dia vivo, como camaleón en el escenario donde se cuenta la historia. Llegué ha terminar el libro porque me lo dejo una persona maravillosa, creo que ella también se acuerda, :).

Vaya me ha deprimido la lectura, hay cosas que no sé exactamente a que se refiere pero se a de que situaciones habla y sus sentimientos (aunque no los viva).

Además se me han abierto um poco los ojos con el comentario de Marilia, creo que soy culpable de ser la persona que desaparece y aparece... y deberia preguntar primera... gracias, ya puedo ir a dormir que he aprendido algo, besos.

Negartija dijo...

No me hagais mucho caso cuando tengo la regla...