7 de noviembre de 2006

Mis pupilas

Tenía las pupilas tan dilatadas que apenas se diferenciaba el color de los ojos. Todo lo que podía hacer era seguir sonriéndole. La carretera parecía estar hecha para las ruedas de mi coche. No escuchaba ni un solo ruido. Todo era plano. Conducir un coche volando entre las nubes debe ser algo muy parecido. Y ahora tenía que pensar las palabras adecuadas para que aquel polo no me hiciera bajar del coche. Mientras… seguía sonriendo:

_Yo sí, pero ella no _dijo Koko con toda naturalidad.
_Ah! Claro, claro!. Yo conduzco, yo no bebo!! Je je.

Y de nuevo mi sonrisa de oreja a oreja. Y los ojos palpitando tan abiertos que parecía que se fueran a salir de su órbita. Creo que pasaron unos segundos mientras se lo pensaba y… no sé qué fue lo que le hizo decir “está bien, sigan adelante”. Tal vez que dijéramos correctamente la dirección de nuestra casa, que parecía que era la primera vez que nos paraban en un control o la sonrisa inagotable tatuada en mi cara.
QUE-SUERTE!!! Pero QUE-SUER-TE!!!!!!



Desde que mi mente fue consciente de que me estaba haciendo efecto ordenó a mi cuerpo tener mucho más control y fue casi como instinto de supervivencia agarrar más fuertemente el volante y estar mucho más atenta a la carretera. Miraba a Koko dormido a mi lado y me llenaba de responsabilidad el tener dos vidas entre mis manos. Estaba completamente segura de mi control, conduciendo más despacio, firme, despierta. Podía ver bolitas de luz blanca dispersándose por mi interior y mi cerebro conteniéndolas en barricadas, esperando que llegara a casa para dejarlas estallar.

Y llegamos. Y todo se liberó por fin. Y en el estómago una guerra y en la cabeza una noria… no me gustaba esa sensación. De pronto, de un segundo a otro me congelé de frío. Como si me hubieran lanzado a un lago en el Polo Norte. El jersey rojo de lana me arropó entera y nos tumbamos en el sofá. Entonces tuve miedo al sentir todo ese descontrol. Koko hizo porro y con dos caladas se quedó dormido. Yo iba con efectos retardados así que la euforia me comenzó cuando él se durmió y ni dos ni tres caladas me calmaban. Sentía el corazón a mil por hora y la respiración acompasaba con golpes cada latido. Luego le daban convulsiones a todos los músculos del cuerpo a la vez, brazos, piernas y el pecho a cada golpe de respiración. El aire entraba a borbotones en los pulmones como se hinchan esos chalecos salvavidas amarillentos del avión, cuando tiras de las cuerditas laterales y FLOP!. Luego se deshinchaban un poco más lentamente… … y la mente… la mente pensaba, recordaba imágenes, situaciones, frases, conocimientos… un montón de recuerdos que se entrelazaban aparentemente de forma aleatoria, uno tras otro. Y observaba la forma de las cosas, las líneas, los colores. Me asusté del ritmo vertiginoso del corazón y tomé unas caladas más para relajarme. Entonces imaginaba mi corazón confuso, como en dibujo animado, sin saber a quién hacer caso. Las luces blancas le excitaban y el humo le apaciguaba. Se dormía y despertaba. Corría y se caía… ¿Y si se tropieza y le da un infarto al pobre? Claro, recordaba otros casos de otros corazones… en esos momentos todo es tremendamente exagerado. Amigos… recuerdos… imágenes… sensaciones…




Había pasado ya una hora según las cuentas del reloj de la pared. (Mira la punta del árbol más alto de la calle a través de la ventana. Su última hoja toca justo en la esquina que forma triángulo entre los dos tejados de los edificios de enfrente… qué bonito…) El miedo se fue hace rato sin darme cuenta. El cuerpo se iba destensando… relajando… Otra hora había pasado sin despedirse.

Las 8:00 ya… … me voy a mi cama a dormir. Busco una manta para Koko. Me veo en el espejo… me acerco y observo cómo me miran esos enormes ojos del reflejo. Nunca los vi tan abiertos, con esas redondas pupilas negras que parece que nunca volverán a su estado normal. Podía ver un pequeño aro alrededor de la pupila color marrón clarito. Creo que ése era el color de mi ojo… si… Un par de veces me intenté ir a la cama pero me volvía a girar porque me llamaba el reflejo. Daba la vuelta y volvía. Caminaba dos pasos y los descaminaba para mirar otra vez… Algo empezaba a gustarme. Me encantaba ver esa imagen extraña en mi espejo. Era como mirarse a sí mismo siendo otra persona. No eres capaz de reconocerte en tu reflejo. Crees que vas a hacer un movimiento y sientes que el reflejo lo repite más lentamente… Llegas incluso a sentir su concentración por tratar de hacer cada gesto a la vez que tu… es tan extraño.





Ya en la cama no podía dejar de moverme toda excitada. Me venía a la mente “la guardiana de la puerta” en la peli de Cazafantasmas cuando está poseída por el demonio y la tienen atada en la cama mientras mira a todos con cara de deseo y ganas de morder (…)

Horas más tarde nos despertó la hiperactividad. La siesta de después de comer fue seguramente de las más relajantes que he dormido en mi vida, a pesar de lo que le costó dormir un rato a mi cerebro.

Ahora, de noche, esperando que se descongele la cena (setas) pintando cristales de colores, me siento la niña más feliz de este mundo y doy gracias constantemente a todo ser, ente, dios o engendro superior que me regala cada día. Un día más lleno de ilusión y vida junto a las personas que más quiero. Gracias, gracias, gracias….


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Leidito de cabo a rabo.
Menuda historia de fumeta pastillera, ¿quién lo diría de la dulce Yoy?
Me ha encantado leerte, pero ganas aún más en directo. Anoche me partía contigo.
Gracias a tí, por alegrarme la noche y por muchas cosas más.

Negartija dijo...

Yo?,.. yo?... yo no he dicho que sea yo!, Aunque el cuento se cuente en primera persona... en fin...
(...)
No, en serio, gracias Itzi, aunque no tenga que ver (o sí), esta entrada la escribi para ti.

GRACIAS

Anónimo dijo...

¡Menudo honor! Es la primera entrada dedicada a mua, chispas.
Todo un honor viniendo de quien viene y siendo como es.
¡Ay, lo que se pierden muchos!
Besos, linda.

Anónimo dijo...

Me encanta el ojo...

Joven Alex dijo...

Cuidado, que esto lo lee tu padrino...jajaja me has dejado gratamente sorprendido. No cambies nunca (ni dejes de pisarte la pana de tu pantalón ;o))
Por cierto, que sí que he actualizado mi observatorio!!! Me cuesta, pero voy abriendo ventanas para nuevas miradas. Un besote enorme, como tus pupilas ;o)

Negartija dijo...

Pero padrinooo... que yo no he dicho que sea yo!!! :-$
¿No podía ser una historia inventada? mmmmhhhh???? bueno, vale. Al menos no cambia tu concepto de "buena ahijada", o si?... ... (snif)... .... "gratamente sorprendido"???....
Sigo pisando la pana de mis pantalones.... y espero que el sol siga haciendo brillar mi sonrisa como cuando tenía 18 años.

Te quiero mucho :-)

PD: pues yo miraba siempre el blog y veía siempre el maquillaje!!! pero veo que has puesto más botones y links. Y hay uno que pone ACTUAL!!! :-P va a ser que había que pinchar ahí.