22 de mayo

22 de mayo
No me gusta Miami. Casi siempre me guío por intuiciones, y hay veces que no es bueno... pero... no me siento bien. Creo que trataba de saltarme el paso de asimilar que me iba, hasta el final seguía sin creer que me marchaba. Inluso aquí tengo la sensación de que mañana despertaré y me iré a trabajar en mi coche gris. Seguramente es más un deseo que una sensación. ¿Por qué a veces nos cerramos mentalmente a los cambios?. Piensas que eres feliz de una manera y no quieres cambiarlo por nada. Esa estabilidad, esa seguridad de la rutina de un da a día. Es muy cierto el refrán de “más vale malo conocido que bueno por conocer” pero se refiere a lo que deseamos, a ese conformismo que nos repite una y otra vez, “estoy a gusto como estoy”, y si cambias... la primera impresión es siempre.... "quiero volver a lo que tenía". Creo que si ahora mismo me pusieran un avión destino mi casa lo cogería sin dudar... y sin embargo cuanto más difícil se me hace... más quiero luchar por conseguirlo. A pesar de tener un mal sentimiento... a pesar de sentirme terriblemente sola... Me acurruco en la habitación que tanto me ha costado encontrar e imagino un abrazo de un amigo...un abrazo fuerte que me transporte a otro lugar. Imagino que me rodea con los brazos, toda entera y me susurra al oído “todo está bien, estoy contigo... sigue adelante”... y me siento dentro de una burbuja suave y acogedora.
En el avión viajé junto a un niño pequeño como pocos. Tan bien educado y tan divertido... su papa le contaba el cuento del conejito de chocolate. Al niño le encantaba, se lo hizo repetir 5 veces. Me calmaba escuchar al papa. Al conejito se le caía encima el cazo de chocolate caliente que preparaba su mama... y así se le ocurrió inventar las figuritas de chocolate con esa forma. Las ilustraciones del cuento eran sencillas pero son lo más importante para la historia. El niño se centra en los dibujos y años después son las imágenes que recuerda en su mente, incluso en movimiento. Me gustaría inventar esas imágenes para que muchos niños soñaran con ellas.
Estados Unidos es el país empaquetado. Todo es el colmo de la practicidad. No encontré ni un solo puesto de turismo, tan solo dos puntos con varios telefonos juntos y un montón de fotos de hoteles con ofertas. Después de dos horas dando vueltas elegí uno. El supershuttle lo conocía gracias a Jaime!!... uno de esos taxis compartidos. Viajaba con una señora cubana, un chico negro, joven, con su I.pod, su típica gorra y pantalones caídos, y cuatro americamos de quién sabe qué otro estado. Para variar, fui la última. El camino ha sido alucinante, todo es enorme, a lo ancho. Como si tuvieran todo el espacio del mundo para construir sin preocuparse por ahorrar sitio. Las orillas de las dos entradas del mar estan llenas de casas flipantes, cada una con su correspondiente yate aparcado en su embarcadero. Luego he pasado por la típica carretera llena de palmeras a cada lado y ya me sentía en Miami. No he encontrado a mucha gente simpática que te tienda la mano. Van todos a su bola. Así que aquí estoy tirada en la cama intentando hacerme a la idea. Llueve y hace calor. Me presiona el pecho el corazón... sigo intentando averiguar por qué...Creo que me encantaría romper a llover como esas nubes que tan veloces surcan este cielo ya medio apagado. Los principios siempre son duros y solitarios... ojalá pudiéramos saltárnoslos.
Mi padre me acompañó al aeropuerto y me dijo que era genial lo que estaba haciendo. Mi madre antes de decirme adios me dijo que se sentía orgullosa. No escucho muy a menudo esa frase (se supone que la debemos “saber” sin necesidad de que se diga), me ha encantado que lo hiciera. Y yo debería centrarme en lo que viene después pero no puedo dejar de pensar en lo que queda ahí atrás... calculando la hora y pensando en “lo que estarán haciendo ahora”...
En la revista del avión no pude evitar hacer dibujos, como siempre. Una mano en la bolsa de vómitos, (que siempre es la más apetecible para llenar de líneas, ya que es la única cosa enteramente blanca de esa bolsita canguro que lleva el asiento de delante), una chica en la sección de música y un hombre en la portada. Las señoras que iban detrás de mí me llamaron con el dedo para pedirme que se lo enseñara. Les gustó mucho la chica, hablaban de sus rasgos como si entendieran de anatomía o cuanto menos de antropología adivinando su origen. Me felicitaron mucho y no pude evitar contarles que a eso venía, a aprender a dibujar. Ellas me dijeron que pensaban que yo ya era una gran artista. Siempre habrá a mi alrededor personas que me digan eso y me hagan sentir bien... a pesar de que yo por dentro esté pensando... que se equivocan. Ya quiero irme de Miami!... bueno, igual si mañana consigo encontrar la playa y descanso un rato al sol... me sienta mejor. ¿verdad?.

23 mayo
Al salir de la habitacion anoche a buscar un cibercafe (que no encontre) estaba lloviendo. Espere en el porche del hotelillo y un rolls roice paro delante mio. Salio un hombre negro, delgado, con los pantalones caidos y ese panuelo que se ponen en la cabeza... entro, al cabo de un rato salio a pedirme fuego y se quedo un minuto hablando conmigo. Me dijo que si estaba mal, triste, o algo... que pareciera que llevaba cargando sobre mis hombros el mundo... esa frase me hizo verme por fuera y... quise salir de eso. Asi que el paseo nocturno con viento del este me ayudo. Esta manana he conocido a una senora muy simpatica que me ha traido hasta este cibercafe cerca de la playa. Ahora voy por fin a ver el mar... y me quedare sentada en la arena mirando el horizonte pensando en todos los que estan al otro lado de esa gran linea azul,... cuando te fijas todo son senales... (Estan poniendo mi cancion en el ciber.... "How to save a life".... Que preciosa... ). Creo que hasta me entro un poquito de hambre... venga, vamos a dar un giro a la cosa
:)