26 Mayo, 20:00 Sarasota. 02:00 en Madrid.

Ayer, mi último día en Miami. Cuando ya me había hecho con el sitio, ya sabía dónde encontrar frutas, cómo y dónde pillar cualquier autobús, ir al aeropuerto, a la estación de autobuses... Cuando ya tenía hasta coleguillas a quien llamar.. jeje... Pero fue un día chulo. Desperté prontito y me fui a la playa. Joseph, el ruso, me dijo que iría sobre las 12, que podíamos jugar al voleyball, y sí!!... llegó con su balón y jugamos un rato, nos bañamos y tomamos el sol. Luego me invitó a un “Subway” (que ya sé que los hay en España pero yo nunca había entrado en uno) y yo le invité al café en el “Buenos Aires”. Hablamos también de cosas muy interesantes. Siempre tiene un tema diferente con el que sale y te hace pensar. Puedes o no estar de acuerdo, pero al menos te lo planteas. Él decía que era más complicado al convivir tantas culturas juntas, que es bueno guardar la historia y la cultura de uno pero que eso hace que haya problemas, por las religiones, los idiomas, las costumbres... si todos fuéramos una cultura humana... o entendiéramos ese concepto, las cosas serían diferentes. Es géminis y dice que tiene doble personalidad, por eso le está costando decidir si irse a Nueva York o quedarse. Es un hombre atractivo, sobretodo en sus silencios. Alto, pelo cano, en forma y con una mirada profunda, sobretodo en sus silencios en los que te habla con los ojos. Cuando observaba la situación desde fuera quizá me resultaba extraño pero me sentía a gusto... Aunque nunca puedes dejar de pensar que... incluso alguien que conoces de hace mucho tiempo puede tener cosas extrañas escondidas... Alguien le llamó por teléfono, de pronto me pasó el movil y me dijo “It´s in spanish”... y yo, ein?... era un argentino que quería comprar su coche. Le hice de traductora y les puse de acuerdo para ir a probar el coche al día siguiente. En Miami hay mucha gente que habla los dos idiomas, algunos que solo hablan inglés y otros que solo hablan español. Te sientes poderoso cuando te encuentras en una situación como esa. Y útil, por supuesto, me gustó serle últil. Al final le acompañé al coche para ayudarle a llevar la silla, el balón y la bolsa y allá nos despedimos,... con mucha suerte para el futuro.

Yo regresé a la playa y... ahí ya no recuerdo la de gente que se me acercó a hablar. Comenzando por un señor mayor que tenía una escayola en su brazo izquierdo, seguramente de alguna borrachera en la que acabó en el suelo. Aún así y oliendo a alcohol no me pareció nada peligroso y hablé con él tranquilamente. No acepté su invitación de ir a beber con su amiga, que esperaba en la orilla de la playa, pero le hice entender que se lo agradecía igualmente. Le ayudé a levantarse y se fue a pasear. Me aconsejó antes de irse que no me quedara hasta que el sol se fuera que era peligroso. No pensaba hacerlo (ya tenté a la suerte una noche en Copa Cabana y no conviene abusar de ella).
Luego en el paseo de regreso ahí conocí a un señor y a su padre que hablaban español y me dijeron un par de cosas preciosas. Un chico que bebía cerveza después de su jornada laboral como constructor y que quería invitarme a salir, otro que parecía peruano del que ya sí que pasé simplemente con un “hasta luego” y otro chaval de Haití que me acompañó a la salida de la playa porque íbamos en la misma dirección. Digo yo que serán así con todo el mundo... en fin, ¿a mi? Pues mira, me vino muy bien para mi autoestima. Hasta esperando el autobús puede acercase alguno y decirte sin venir a cuento (mientras miras las fotos que has hecho en la playa)... “you look so sexy, girl!”... Levantas la cabeza y… ¿eh?… es a mi?... y el tipo sonríe mientras se aleja. Pero no soy yo la que va en esos mini shorts con las tetas de silicona en supersecote, zapatos de tacón y maquillaje!!!... no... yo voy con mis pelos despeinados, mis vaqueros largos y mi vestido verde descolorido, mientras cuelgan de mis hombros un par de bolsos, uno grande y rojo y otro chiquito y de colores.

Otros dos que me hicieron gracia fueron esos a los que les llamó la atención que fuera comiendo fruta por la calle.
_”That´s good for you!!” _dijo un tipo Negro y enorme mientras comía un plátano en la calle. _”Veeeery good” _con su típica vozarrona americana y grave.

Y en la siguiente esquina un cubano adivina que soy hispana y grita: _”Dame un trocito guera”... cuando veo su cara de asombro al ver que me acerco, le sonrío y le ofrezco un trozo de la fruta. Leo, se llamaba, y no dudó un segundo en sacar rápido un trozo de papel y anotar su número de teléfono. “Llámame aunque sea para saludarme!!” _Dijo... Yo asentía con la cabeza mientras me alejaba.

El anochecer lo pasé asomada a la bahía del hotelillo. Tenía un embarcadero chiquitito donde parece ser que el mismo par de pelícanos se recuesta cada tarde a ver ponerse el sol. El cocinero del pequeño restaurante del hotel se acercó con una copa de vino blanco hasta el final del embarcadero donde yo estaba sentada. Un hombre entrañable, curioso, divertido y muy muy raro. La cocina es su vida, su pasión, su vocación. Es feliz haciendo comidas especiales para gente especial. Le encanta salirse del menú y ofrecer nuevas ideas creativas según el cliente. Yo no quería cenar, pero insistió en regalarme al menos un postre que quería hacer especialmente para mi. Al rato trajo un riquísimo postre de 3 buñuelos calientes con helado de chocolate y algunas especies que no acerté a saber qué eran. Sabía dulce y salado a ratos. Estaba riquísimo y quedaba estupendo con el vino blanco y la puesta de sol rosada sobre el mar. El rincón que ha creado Halá (como le llaman sus amigos) en ese pequeño restaurante es como un trocito de Haití, o Jamaica. (él es haitiano). Siempre suena la música de Bob Marley de fondo, un retrato suyo en colores naranjas y verdes corona la salita interior. La mayoría de las mesas estan fuera, bajo el toldo azulado junto al embarcadero. El resto de la noche nos quedamos hablando y me contó su vida entera!!... Me enseñó todas las fotos que tenía allí sobre su familia. Su abuela, que fue como su madre, sus ahijados que son como sus hijos... su hija, que tenía mi edad (Él TENIA 51 años!!! Jamás lo hubiera creído)... Sacó hasta su estuche de herramientas, con todos sus mejores cuchillos y paletas, espátulas, cortadores... me explicó cómo se llamaba cada cosa y para qué servía. Luego me habló de su religión, no sabía nada sobre el Voo doo, la verdad (no se ni cómo se escribe). Me contaba anécdotas sobre cuando era niño, en Haití, y venía esos bailes del pueblo junto a la hoguera, al son de los timbales... Los definia como “poseídos”. Dejaban de ser hombres y se unían todos en uno solo, poseídos por el sonido... llegando al más allá. Y todo lo observaba desde el rincón escondido de las faldas de su abuela. Luego me habló de mi aura... de mi alma. Me explicó que se fijó en mí porque le transmitía vibraciones buenas. Que la sonrisa... la mirada... son las puertas para ver el alma... y que mi aura era vieja. Un alma de hace mucho mucho tiempo... En fin. No importa quién crea o deje de creer estas cosas.... yo disfruté mucho el momento y aprendí mucho!, de cocina, de Vudú y de la pasión de la vida.

Esta noche no he podido pegar ojo. He tenido chorrocientos sueños y a cada uno de ellos me he ido despertando. No he descansado nada. He soñado hasta con Antonio Banderas!!!! Todavía no entiendo por qué, además es la primera vez EN MI VIDA que sueño con un famoso. El caso es que lo encontraba por Miami y me dijo algo del gato de Shrek, que estaba grabando aquí la voz. Entonces le hablé de una maravillosa película hecha con cacahuetes que DEBIA IR A VER en cuanto llegara a España, y le convencí!!! Jejejeje, por supuesto. Tambien soñe, claro, con que me dormía y no llegaba al autobús, con que cogía uno que no era, con que me equivocaba de día... etc, etc, etc...

Este es el "Hotel que te cagas de guay"

PERO FINALMENTE ESTOY AQUÍ!!!!:. sí!!!.. LLEGUE A SARASOTA!. El viaje ha sido bastante cansadito, han hecho como 10 paradas!, pero junto a mi ha venido sentado un muy buen compañero de viaje. Tímido, muy lindo y educado, y calladito. Jejejje... con lo cansada que estaba. Se veía como de 20 años, mecánico de autobuses, vestía ropa de camuflaje demasiado ancha para poder camuflarse y de color blanco y negro. Iba a Tampa. Allí vive su madre que está enferma. Es hijo único y va a visitarla. Me preguntó si era yo artista! Porque había visto un dibujo... jeje... le dije que no, pero que a eso iba... a estudiar!. Tenía una mirada triste... melancólica, pero a la vez dulce, infantil. Profunda mucho más allá de sus ojos azabache y su piel morena. LLEGUÉ A SARASOTA... y aquí... AQUÍ NO HAY NADA!!!! N-A-D-A!!!!....

Este es el 'unico bicho viviente que he encontrado en la calle

Si creíamos que Miami era soso y aburrido, montones de bloques de nada.... esto es aún peor. Es una especie de selva con alguna casa de esas de bloque de cemento pintado, chato y para enanitos que encuentras de vez en cuando, y carreteras por un lado y por otro. En la estación de autobuses se bajó una señora que parecía que irían a recoger. No había taxis ni ninguna señalización para líneas de autobús. Busqué al encargado de la estación y le pedí ayuda para encontrar un taxi. Resulta que había uno fuera!!! Un buic (o como se escriba) enooooorme con una señora enooooorme dentro. Rubia de bote y con la mitad del pelo corto a lo chico y la otra mitad largo. No muy amable porque parecía que la había despertado de su siesta, pero bueno, trató de serlo. El hotel aquí es el doble de caro, pero bueno, será una noche y además lo estoy disfrutannnnndo.

Me voy a dar un baño en esa peazo bañera que fliiipas!!! Jejeje. Como me sobraba un rato he ido a buscar algún teléfono (porque es el cumple de Koko) y un supermercado... JA! (sin comentarios) (nnnaaada de nada). He encontrado el Ripling Museum of Arts que estaba ya cerrado y que estaban usando sus jardines para una fiesta privada o algo así. Llegaban rubias de bote despampanantes con sus vestidos ajustadísimos, sus agujas por zapatos y sus tetonas de silicona más grandes que sus cabezas.

Paseando por la infinita carretera un hombre (que estaba bastante bien, la verdad) ha parado su Harley a mi lado para decirme si me llevaba a algún lado. A Laura le hubiera encantado, tipo duro con su cazadora de cuero, gafas de sol a los 80 y sus flecos saliendo del manillar de la super moto. En fin. Lo gracioso es que no ha sido el único, otros dos coches se han parado. Unos eran unos cachondos, supongo, 3 chavales (de piel más morena pero que no hablaban espeñol) que me invitaban a ir por ahí a tomar algo (lo de tomar algo no hubiera estado mal, con el hambre que tengo), y el otro, un señor en su típica camioneta granate que ha parado para preguntarme nada más si estaba bien. Supongo que he sido la novedad del día... no! De la semana o del mes!!! Una chica caminando sin coche!!!... eso es lo que le he contestado: _”No, señor, estoy bien, es solo que... no tengo coche!!!” jajajaj... entonces me ha dicho que si me llevaba a algún lado, pero yo ya estaba llegando al hotel de nuevo.

Lo más divertido ha sido cuando me he encontrado un balón enorme de color naranja. Pero enorme!!! Digo enorme!!!! Como esos sobre los que nos sentábamos que tenían una agarradera y hacíamos carreras dando botes. Pero este no tenía agarradera, era como un globo gigante envuelto en una tela naranja. Un coche que pasaba ha parado porque también lo quería pillar, seguramente, jejeje... pero al verme que lo cogía yo, arrancó y se fue... El caso es que luego he pensado que... qué coño hago yo con ese balón? Y se me ocurrió buscar algún niño... pero es que... AQUÍ NO HAY NADA!!!: ni niños, ni abuelos, ni supermercados, ni cines, ni NADA!!!:. dónde coño esta la gente???.. hay gente????.... En fin. Al rato he escuchado risas infantiles y me he acercado al motel. Había una piscina en la parte de atrás y 3 niños pequeños jugando. Me acerque con el balón y se quedaron con los ojos como platos, hipnotizados... “¿Quereis un balón para jugar?”.... y el grito, “SIIIIIII!!!”.. jejeje, hala!, ya esta, y hasta me siento realizada. Ahora me doy ese baño espectacular y me duermo, que mañana entro en la Academia!!!!....