10 de octubre de 2006

PARAGUAY 3

12 Julio 2000 1:05pm
Paraguay


No volví a escribir en estos días, ni a leer nada. No paso nunca por mi pieza. Me quedo todo el día abajo en la 2ª.

Tengo demasiadas curiosidades que contar, debo acostumbrarme a anotarlas cada día o las olvidaré!. Ayer me invitaron a cenar a casa de una familia de acá. ¡Qué linda familia!. Tan amables y hospitalarios,… en una casita humilde. Pero todo lo que tenían lo ofrecían. Fui con Emilio y sus hijas. Estaban los papas y sus tres hijas. Luego dos amigas suyas (una de ellas ciega, que canta y toca la guitarra increíblemente) y un chico que creo, estudiaba para seminarista. ¡Qué rica comida! Buenísima, ya me olvidé de los nombres pero había pastel de maíz, carne con verduras, con lentejas, … pollo con arroz, … todo en una mesa aparte y cada uno se servía en su plato de todo aquello que quería. Es una forma muy sencilla y práctica de hacer una cena…

Anteanoche fuimos a Pelo-pincho, un barrio marginal que además había sufrido un incendio hace un par de días. Se destruyeron las cabañas que habían contraído,… lo poco que tenían y se vuela, ¿por qué?... Era un barrio con calles de tierra y a los lados cabalas construidas con plásticos, metales, cartones… Todas seguidas, parecían montadas unas encima de otras. En la parte de atrás construyen casa con ladrillo y cemento, esto lo lleva otra asociación. Nosotros fuimos allí para visitar a un grupo de españolas que estaban ayudando allá. Son Mireya y,… no me acuerdo del nombre de la otra. Eran las que se iban a venir conmigo a Don Bosco. No las encontramos porque era muy de noche y ellas sólo iban por las mañanas. Su trabajo consiste en cuidar a los niños pequeño. Les llevan al parque mientras los familiares trabajan o construyen los hogares. Estaba ya completamente oscuro y daba un poco de miedo. Había muchas posibilidades de salir de allí con la mitad de cosas de las que llevabas encima. No sé de quién fue la brillante idea de ir allí por la noche, bien podíamos haber ido a visitarlas de día, bueno, digo yo. Tampoco hay por qué tentar así a la suerte. Eramos extraños en un lugar que no nos correspondía. Bien podía tomarse como una intromisión inoportuna. Una falta de respeto al invadir un espacio, quizá pensaran que por mera curiosidad aunque no fuera así. Siempre se mira así a un extranjero. No había casi nadie por las calles, la poca gente que encontramos nos miraba de arriba abajo. Al rato una niña se acercó a nosotros con todo el aire de defender lo que es suyo y nos preguntó con un aire bastante chulesco: _”Qué andan buscando acá?”. Emilio se puso a hablar con ella y le preguntó por las españolas. Después de un rato de conversación la niña empezó a tomar confianza y a hablar de mil cosas a la vez. Nos contó lo del incendio. Parece ser que un borracho se quedó dormido en el camión y estalló por los aires (o alguien que no le caía muy bien le prendió fuego mientras dormía,.. no se sabe bien, “eso cuentan las bocas por ahí” decía). Y también toda clase de chismes de barrio. ¡Qué graciosa era!, morenita, con su campera rosa y sus championes blancas. Tenía 15 años y se llamaba Laura. Le pidió permiso a su mama para acompañarnos al parque, cosa que a la mamá no le hizo ni pizca de gracia. Se asomó por un lado de la choza que debía hacer las veces de puerta. Al instante asomaron también tres pequeñas cabecitas bajo esa tela andrajosa. Eran sus hermanitos y su sobrino. Se respiraba también el olor de a cena. Un cazo sobre un fogón de gas se veía al fondo. El suelo estaba lleno de frazadas (1).

La mama nos dejó ir pero a condición de no tardar mucho y de que prestara mucho cuidado por el parque, “porque ya sabes que es peligroso”. Y nos advirtió a nosotros también.


Hace dos días aparecieron un papa y su hija por acá. Salieron de España (Barcelona) “a la aventura”, como decían ellos. Querían ayudar aunque no sabían ni dónde ni cómo. Conocieron al pa´i Cristóbal que les habló del hogar. Así agarraron el avión y aterrizaron en Asunción pero no sabían exactamente dónde se encontraba ubicado el Hogar. Lo encontraron un día de casualidad. Ella se llama Laura, tiene un año más que yo, la han puesto en la 1ª etapa, con Francis. Y su papa se llama Rafael. Sabe de fontanería y ha planeado un proyecto para mejorar las cañerías. Muy buena voluntad. Increíble lo de éste hombre, ¿no?. Es estupendo, aunque al fin y al cabo es un adulto y no puede evitar comportarse como tal. Es algo “Yuppy” (o como se escriba), como dice Laura (mi Laura). Siempre trae algo para los chicos; llaveros, caramelos, camisetas, … cuando salimos se empeña en pagar todo, no se… no me gusta la actitud a pesar de la intención. Yo prefiero pensar que soy igual, una más. Me refiero a… sentirme como ellos, sin nada. Yo solamente me compré un gorro porque hace mucho, mucho frío estos días. Un gorro que por cierto, me costó 250 ptas!!. ¿¿?? ¡!

Ahora en la comida, el papá fue a un chaval y le preguntó: _”¿Te gusta mi hija?, es guapa, ¿eh?”… Qué pena,… en fin. Y encima lo que el hombre no sabe es que aquí guapo significa trabajador. Para decir que alguien es guapo hay que decir que es lindo.

Íbamos en el colectivo y un chavalín entró a vender caramelos. Bueno, aquí los niños y los vendedores ambulantes pasan gratis al bus. Si ven a un chico solo, … a nadie le extraña ni se le ocurre preguntarle dónde va,… o de dónde viene, dónde están sus papas. Da igual la edad que tenga. Son solo caminantes como cualquier otro. El caso es que éste era uno de los cientos de niños que hay por la calle y vendía caramelos, como casi todos. Iba con sus sandalias rotas y esa remera (2)

en la que no se distinguen los colores de tan negrita que esta ya… Rafa le llamó y el chiquito se acercó: _”¿Cuánto cuestan los caramelos?” _Le preguntó. Sacó un fajo de billetes y entre todos ellos eligió uno de color rosado, eran 1000 guaraníes, 50 pesetas. _”¿Qué me das a cambio de esto?” _El niño arqueó las cejas, miró la bolsa de sus caramelos y se puso a contar. Sacó un puñado de dulces que no le cabían en la mano y se lo entregó. Luego volvió a sacar otro puñado y la bolsa quedó medio vacía. Las manos del señor de camisa azul celeste quedaron rebosando de esos caramelos dorados de miel,… dorados… Aún no alcanzo a calcular a cuánto vendía cada caramelo.

Quedaba un rato para llegar. Yo iba sentada con Laura, Cristina con su hermana Esther y Rafa con Emilio. Rafa le iba contando que tenía problemas con su tarjeta de crédito, que había pedido unas transacciones y que no le llegaban porque en Paraguay todos los asuntos del banco eran demasiado lentos. A ratos Laura me miraba, apretaba sus labios entre dientes para ahorrarse el comentario que yo ya había adivinado,… y seguía mirando por la ventana… …

(1) Frazadas: mantas
(2) Remera significa camiseta, Niki.

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