21 julio 2000, 9:35am
Paraguay
Ya desayunamos, hicimos los servicios y vamos a tener la reunión de evaluación.
Hoy soñé con Dani. Estaba en el jardín con Susana, Pati y Jorge. Todos nos bañábamos en la piscina (yo también!!) menos él.
Todos los días sueño. Toditos!. Y lo recuerdo… El otro día soñé que Sofi estaba acá y le encantaba. Se enamoraba del lugar, se quedaba conmigo. Sé que así sería si viniera aquí. Ayer soñé con Juan. Catalino y yo íbamos a comprar al comercial pero en vez de ser el Stock, era El Corte Inglés, y allá estaba Juan de dependiente. ¡Qué sorpresa! (es que el otro día Catalino me acompañó a la Bomba, otro centro comercial más pequeño, a comprar un regalito para el día de la amistad. Ramoncito era mi “amigo invisible” y le llevé un tigre naranja. También he soñado hoy una cosa muy muy extraña. Soñé conmigo misma pero hace 10 años. Como en aquella foto de comunión con pelo largo, liso, morenita… con aquellas manchas en la piel seca… Con esa voz tímida,… y hablaba conmigo ahora. Dos “yos”. Casi daba miedo.
Bueno, ahora voy a ver qué hacer. Espero que Cata ya esté de mejor humor. Me duele tanto estar así… Hace rato estaba repasando el piso[1] y de pronto me vino una idea a la cabeza. Pensé en Stella,… ¡¡Son iguales!!. Todos acá se comportan así!. No tienen otra arma, claro, usan el chantaje emocional. Cuando se enojan, se callan y tu, ya puedes exprimir tus cuerdas vocales que no les conseguirás sacar ni una palabra. Se ponen serio.. ¡y a aguantarse!.
Hoy probé su mismo juego con Marino. No quería ayudarme a limpiar, me puse seria, agarré el cubo y me fui. Al cabo de un minuto llegó con otro cubo y se puso a limpiar, pero serio, serio!. Tampoco dijo ni “mu”. Ay!, es lo que me saca de quicio! (Me acordé de la ama, ahora entiendo bien por qué lo pasaba tan mal con Stella, con Inés y con todas!! Es curioso pero todas las sudamericanas que pasaron por casa se comportaban igual en ese sentido).
19:05h.
¡Qué días más lindo hoy!. Poco a poco voy mejor con Catalino. Ya me sonrió. Sé que quisiera venir y darme un gran abrazo pero después de todo se siente con vergüenza y no se atreve a acercarse. Se queda mirando a ver si voy yo. Después de la comida se acerca a la mesa de educadores y se queda detrás o se sienta junto a Lili, asomando la cabeza despacito. Lili me dijo que le contó que estaba enfadada yo con él y que no se atrevía a tocarme. Cada vez que me acerco se aparta. Tiene un enorme sentido de culpabilidad. Lo malo es que cuando esta tarde se decidió a venir a hablarme, yo estaba hablando con Enrique y eso le sentó muy mal así que se fue. Más tarde hablamos:
_“¿Nunca más me va a abrazar usted, señor?” _Le pregunté. Y no contestaba. Con la cabeza baja miraba al piso…
_”Señor, ¿es que usted no sabe que es el niño que más quiero?” _y vergonzoso me miró,… ¡pero es cierto!, es el niño que más quiero. Lo adoro, es precioso.
Luego estuvimos dibujando en el estudio, entonces entró Francisco. Todos los que pasaban por delante del estudio pasaban a cotillear. Francisco es educador de la 1ª etapa. Había hablado poco con él, dicen que pinta muy bien y me contó que estudia también audiovisuales. Tiene aspecto bohemio, con sus gafitas y su barba de varios días. Tan tranquilo y dulce al hablar. Catalino estaba dibujando y yo preparaba otro cartel para el día de Don Bosco (ya llevo 4). Se quedó un ratito con nosotros. Agarró un libro de la estantería y empezó a hojearlo,… “¿tu eres romántica?” me preguntó. Supongo que sí,… me gusta perderme en la luna, escribir a la noche,… leer poesía e inventar preciosas historias que desearía que me sucedieran a mi… Entonces comenzó a leer una historia del libro. Era sobre una pareja. Ella tenía que hacer un viaje de negocios o algo así, y el chico subía al mismo avión sin que ella se diera cuenta. Le pidió al comandante que le anunciara por el telefonillo para pedirle a la chica en matrimonio… Lo leía tan suave. Seguro que llega a trabajar en el mundo de la radio. Se tenía que ir a casa a por unas cosas y me dijo que lo acompañara. No tenía mucho que hacer así que fui con él. Su casa está un poco lejos, nos dio tiempo a hablar de muchas cosas y conocernos un poquito más en el colectivo. Me contó cuantísimas cosas!. Es de las personas con las que me resulta más fácil hablar. ¡Qué suerte haber encontrado a alguien,… bueno.. para esos momentos en que necesito,… desahogarme un poquito.
Su papa murió cuando tenía 16. Es el mayor de 3 hermanos. Está Lourdes, que tiene 21, Dahiana, 11 y él con 25. Dahiana es muy amiga de Catalino. Es que como Cata no se podía ir de vacaciones (no tenía dónde) pues Francis se lo llevó un fin de semana a su casa. Viven con su mama en San Lorenzo. Es bien distinto a Asunción. Compraron un terreno y construyeron en él su casa. ¡Ellos mismos! Y todo es así por allá.
Tuvimos que tomar dos colectivos para llegar a San Lorenzo. Allá no hay calles, bueno, eran todas de tierra y no pasaban coches. Por el lado de la izquierda había unos grandes terrenos que eran de una señora que no los usaba. Los campesinos que trabajaban allí se adueñaron de los terrenos. La mujer, que era una viuda que había heredado todo, hizo que los desalojaran de allí pero los campesinos les recibieron a palos y nadie puede echarles ahora de esas tierras. Por lo demás todo era muy trnaquilo. Llegamos a la casa, un terreno de unos 30 x 35m de tierra roja. Un caminito lleno de plantas y arbolitos que daban a la entrada de la pequeña casa.
Tenía 3 partes; un saloncito con un par de sillones, una tele pequeñita, una mesita con algunas sillas y la cocina, de gas. Esto estaba conectado con la habitación por una “puerta”, (una cortina) y en la habitación tres camas pegadas que chocaban con las paredes a cada lado. En frente un armario, casi no se podía pasar por ahí, no sé cómo se abriría la puerta del armario. El lavadero estaba apartado. Una ducha, un baño y el lavadero de ropa. La puerta de la casa siempre estaba abierta. La mama trabaja con la hija mayor y la pequeña va al colegio. Se pasaba casi todo el día sola. El terreno esta marcado con una cerca de madera y la misma cancela no tiene cerrojo, aunque de poco serviría pues la cerca no mide apenas un metro de altura.
Le ayudé un poco a Dahiana con las matemáticas, números romanos,… (94_XCIV, gracias _me dijo entredientes. Es muy tímida) Luego Francis me enseñó un libro de ilustraciones y cuadros de un pintor que le gusta mucho. Era muy bueno. También me enseñó fotos de cuando era pequeño, qué gracioso!. Más tarde llegaron la mama y la hermana mayor. Me invitaron a merendar. Nos sentamos Francis y yo en la mesita de camping. La mama me sirvió una tacita de cocido [2] y una galleta[3]. Además le añadían al cocido pasta de maní, quedaban como cereales,… estaba riquísimo! Sabía dulce y salado a la vez. Pero la mama sí que era dulce. Parecía una mujer fuerte, muy enérgica. No me extraña, para haber sacado adelante a sus hijos ella sola… Me dijo que volviera pronto.
Francisco estudió para seminarista 5 meses y hace un mes que se salió. Acá, lo normal es que todos los chicos, por lo menos se lo plantéen. Desde luego la religión o la espiritualidad está mucho más dentro de las personas que en Europa. Todas las creencias, la fé… Supongo que hay momentos y situaciones en que el hombre necesita creer para aferrarse a algo. No se.
También el trato es diferente, te hacen sentir como una princesa medieval. Es ese sentido de la caballerosidad que me tengo que tragar porque estoy en su país. Pero es que me hace mucha gracia. Cuando vamos por la calle y de pronto se cambia de lado le pregunto “Qué haces?” Y me explica que un caballero siempre tiene que ir del lado de la calzada. Je je!.
Me contó que se fue de casa por problemas familiares, un caco impresionante, a ver si soy capaz de escribirlo bien:
De antemano creo que choca con su madre por lo fuerte que es ella y ese afán de tenerlo que controlar todo. Normal, siempre ha sido ella la que tenía que sacar adelante todo. Luego está la familia de la mama, que no es muy católica y no les gustaba nada el comportamiento religioso de Francis. Todo empezó cuando la hermana entró en su grupo de oración, o algo así. Lourdes es una persona un poco depresiva, según me contó, y en ese momento estaba un poco hundida. Francis pensó que el grupo le vendría bien y así era, hasta que un día se puso fatal. No salía de casa. Estaba muy deprimida y hasta le daban ataques, histerias. Adelgazó muchísimo y todos estaban muy preocupados. La primera reacción de la familia fue echarle la culpa a Francisco. Sus tíos eran muy brutos, llegaron a amenazarle! Incluso con golpes. Le hablaban a la mama en su contra y la mama, claro, se encontraba en medio escuchando a cada rato una versión distinta. Un día los tíos y primos le pidieron ayuda a Francis para transportar una heladera[4] nueva que habían comprado. Había un camión en la puerta, salieron de la casa y le “invitaron” a entrar en la parte de atrás. Todos sus tíos estaban mirándole, dispuestos a agarrarle a la fuerza si no entraba en el camión. “Vamos a ir al médico, Francisco, para que te ayude” le decían. Al cabo de un rato pararon el camión. Le habían llevado a una especie de hechicero. Se pusieron todos alrededor de la puerta del camión, en la misma actitud. Dos de ellos lo agarraron, forcejearon un poco pero al final tuvo que entrar. El hechicero ese, o lo que fuera, canturreó algunas cosas (o juró en arameo, ve tú a saber) y le quitó su Biblia (que le había regalado su padre), su colgante y alguna estampa de Cristo o algún santo, no se…
Después le dejaron irse. Francis no entendía por qué hacían eso. Estaba muy enfadado con su madre porque no lo apoyaba y en ocasiones ni lo creía. Salió de aquel lugar y no volvió a la casa. Estuvo un mes fuera. Una vieja amiga lo acogió, Felicita, una mujer que vivía sola cuidando a una anciana, Chiní. Pero esta es otra larga historia, la de Chiní, que ya contaré luego. El caso es que lo acogió a pesar de no tener mucho espacio. Al tiempo volvió a la casa para ver cómo andaban las cosas. Por entonces ya había decidido entrar al seminario. Todo ese tiempo estuvo meditando mucho y encontró un gran apoyo en su espiritualidad, supongo. Me contó cosas fascinantes acerca de las experiencias místicas,… historias que hasta dan miedo. En esa época rezaba mucho, muchísimo por su hermana y parece que alguien lo escuchó, como dice él, porque Lourdes se curó. Los tíos le acusaban de huir al seminario y no afrontar su realidad. Pero no era así, se sentía más unido y más decidido que nunca…
Todo esto me contó y mil cosas más. Me encanta charlar con él. Son conversaciones realmente interesantes. Todo lo que hablamos me aporta algo, aprendo a cada minuto. Me doy cuenta de muchas cosas, de una “realidad del mundo” por decirlo así. Pero no solo con él. La gente de aquí,… no se como explicar, nadie te dará nunca una conversación absurda y superficial… como allá.
[1] Repasando el piso: fregando el suelo.
[2] Cocido; infusión de hierva con azúcar y un poco de leche en polvo.
[3] Galleta; es un trozo de pan que utilizan para el desayuno,… y todas las comidas.
[4] Heladera: frigorífico.
16 de octubre de 2006
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