12 de octubre de 2006

PARAGUAY 4

20 Julio 2000
Paraguay


Otro día tranquilo. Terminamos de ordenar el estudio y acompañamos a Laura y Rafa al aeropuerto. Fue muy divertido. Era la primera vez que Laura se subía con todos los chicos en el camioncito, claro, iba alucinada. No paraba de reír, igual que yo el primer día, cuando me vinieron a buscar. Es que es genial, con todo el aire en la cara, mejor que en el más caro Ferrari descapotable. Te subías al banquito de delante con 20 niños a tu alrededor silbando a todas las niñas que veían pasar…


Conocí un poquito más a Angel. Sus papas son muy mayores (76 y 60, creo que me dijo). Siguen juntos. Viven con su hermana y hermano. Tiene dos sobrinitas. Parece muy serio pero es un guasón. Cuando me empezó a halar de él sólo me decía mentiras. Pretendía hacerme creer que tenía una hija, cuando en realidad me estaba hablando de su primita. El caso es que me lo dijo tan serio que al final casi me lo creo. Siempre anda gastando bromas. Todavía recuerdo la primera que me hizo:

_Conoces a “Benita”? _Me preguntó.
_No. ¿Quién es?
_Te presento; venita, esta es Yoana _decía mientras señalaba en su brazo, su vena.

Así a cada rato. Pero es con los que más e puede halar. Es maduro y le encanta meditar, pensar acerca del futuro… la vida… y cualquier cosa trascendental.

Hoy nos quedamos en el comedor charlando y charlando solos después de comer. Jugando a pulsos chinos y llegaron las 3.30. Nos fuimos en el camioncito con Laura, al aeropuerto. Ángel también vino. Pero… Oh! Catalino se enojó bien bravo. No me habla. No quiere ni que le toque. Qué mal me sentí, le acostumbré a estar todo el día conmigo y al verme con Ángel se puso muy muy celoso. Pero en vez de decírtelo, aquí se callan y te ignoran. Me puse tan triste. Ni puede imaginar mis lágrimas…. Ese niño lo es todo para mi aquí y necesito de sus abrazos, de su mirada, de sus palabras para seguir,… pero… ¿es que no había escrito nada sobre Catalino?. No puede ser!!. Bueno, es que este tiempo que he estado sin escribir han sido las vacaciones de la escuela. En vacaciones los chicos vuelven a sus casas, en los casos que es posible, durante 15 días. Catalino, Marino, FEDE y Cornelio se quedaron. Con ellos fuimos a varios sitios. Era el cumpleaños de Derlis, de la 3ª, es que vive ya por sí solo en el salesianito y, bueno, se vino con nosotros. Fuimos al shopping del Sol. Había muchas cosas para los chicos. En medio del Hall había actividades para jugar. Unos lego, unas mesas con papeles y lápices para pintar, y a cada ratito venía una chica y ponía música para ponerles a todos a bailar. Luego a las 5 sacaron unas coca-colas y patatas fritas del Mac Donnals para todos, ¡Qué suerte tuvimos!. A Catalino le daba vergüenza, es muy tímido. Al salir de ahí, Catalino vió el ascensor, tendrían que ver cómo se le iluminó la cara. ¡Nunca había subido a ningún ascensor! Así que lo siguiente que hicimos fue dar un paseo en ascensor!. Qué precioso es. Acada rato se me enganchaba de la cintura me decía: “Sos linnnnnda!” qué bien lo pasamos.

Pero en seguida se fueron también Cornelio y FEDE. Llevarlos a sus casas sí que fue una auténtica aventura:

Nos levantamos a las 5am. Ya teníamos todo preparado; comida para todo el día y un montón de sacos de dormir, porque a las 5 de la mañana hace un fríiiiiio. Los sacos los había donado el gobierno de los Estados Unidos. Fueron los que usaron los soldados en la guerra del Golfo. Era impresionante verlos. Algunos tenían agujeros de bala. Y tú metido ahí dentro… dentro del mismo saco donde… quizás,… había muerto un hombre.

Cesar conducía el camión. Laura iba delante con él y yo atrás con los chicos. También vendrían Lucía, Emilio y sus hijas, así que fuimos a buscarles. Me encantó ese rato en el que estuve yo solita con los niños allá atrás. Todos acurrucaditos entre las frazadas. Yo abrazándoles a los dos y ellos durmiéndose tranquilos sobre mi. Dentro de un oscuro camioncito, tapado por arriba con una lona azul, descubriéndose la noche estrellada en cada curva por el trozo de lona que estaba desatada en la esquina. Y la luz amarillenta de la bombillita sobre nuestras cabezas que asomaban sobre aquel montón de mantas y sacos verdes… Guardaré esa foto en mi mente para siempre.
Recogimos a los que faltaban e iniciamos el viaje. Sería un viaje muuuy largo y pasaríamos mucho más frío, pero aún no lo sabíamos. La noche anterior había llovido. Había mucho barro y las carreteras de Paraguay,… en fin, creo que hay alguna asfaltada, sí, no se dónde pero debe haber alguna. El camión se nos quedó unas cuantas veces enganchado. Una de ellas ya no podíamos sacarlo del barro así que tuvimos que dividir la expedición en dos grupos: yo me quedé con FEDE, Cristina, Esther y Cesar en el camión. Llevaríamos a Federico a su casa, que estaba a 100Km. El resto fue con Cornelio hacia Cerro Morotí, que quedaba a unos 20km. Pero ellos iban andando!!. Pronto se encontrarían con unos hombres que les alquilarían dos caballos. Según me contó Laura, su viaje fue bastante peor que el nuestro, pues ir dos horas sobre la grupa de un caballo sin silla es matador. Y parece que al llegar al Cerro y hablar con el Cacique, no se entendieron muy bien. Todo porque Laura (que era la trabajadora social) era una mujer…y todo lo que decía, al Cacique le entraba por un oído y le salía por el otro. Y encima tenían que tener traductora, Lucía, porque allá sí que no hablan castellano!. Mientras tanto, nosotros seguíamos embarrados, literalmente embarrados. Teníamos barro hasta las rodillas de meternos a empujar el camión. Entonces pasó un carromato con unos bueyes y unos señores muy amables que nos ayudaron a sacar el camión del agujero. Pero nos quedaban muchos más emborrones!!. Llegamos tardísimo a casa de Federico. Allá estaban su padre y sus dos hermanos. ¡¡Una casa en medio de la nada!!. Con “Nada” a un lado y “Nada” a otro… así como en La historia interminable: LA NADA. Hectáreas de campo que pertenecían al papa de Fede y que no usaba para NADA. Cesar habló con él. Tampoco entendí una palabra porque sólo hablaba guaraní. Le regaló unas semillas,… Cesar siempre regala semillas a todos… le encanta la agricultura y se desespera al ver que personas como el papa de Fede no hacen nada con la tierra. Cuando pudimos volver a recoger a la otra parte de la expedición perdida, ya era bien de noche y estaban muertos de frío. El viaje de vuelta fue también largo y frío pero al menos no se nos quedó embarrado el camión…

Así que… llegados a ese punto de la historia habiendo regresado de la aventura, quedábamos en la segunda etapa solitos Marino, Catalino y yo. También les llevamos a otros lugares para que no sintieran que no tenían vacaciones como los otros. Fuimos al shopping, había una feria del libro. Me encantó ese día. Había muchos cuentos y me pedían que se los leyera. Les gustaba cómo ponía las voces a los personajes. Se reían mucho. Luego dimos vueltas por el centro, entramos en la tienda de música y… bueno, poco más que nos echó a patadas el señor. No paraba de mirar a los chicos y luego voy yo y me pongo a tocar un piano que había allí, ¡pero bajito!. En fin, nos pidió “amablemente” el muy borde, que nos fuéramos de ahí. Entramos a un supermercado y compramos unas galletas para merendar.
Otro día fuimos a la expo. Había un pabellón que ponía “España” pero entramos y dentro sólo había ¡cosas alemanas!, suecas y de otros sitios de Europa… ¿¿??... lo que sí vimos fue un montóoooon de vacas. Enoooormes, eran preciosas, con una piel de terciopelo gris y gigantescos cuernos. Fuimos con Julio, sus hermanos, Catalino, Marino y yo. Julio me regaló la pulsera indígena de colores. También cenamos bien ese día! Nos sentamos en un puestito y comimos panchitos, que no son cacahuetes sino perritos calientes pero pequeñitos. También ese día hubo problema de celos,… creo recordar que fue el primer conflicto que tuve (pero comparado con lo que me esperaba, eso no era nada). Ahora se trataba de Marino. Se había enfadado y,… yo… yo no tenía ni puñetera idea de por qué. (Por cierto que eso no debe decirse aquí, porque hacer puñetas significa hacerse pajas). Luego Catalino me dijo que era por su culpa, porque él se pasaba mucho tiempo conmigo y que ya no se iba a acercar más para que Marino no se enojase. Yo no le creía que fuera por esa tontería pero así era,… y así iba yo… con uno que no me hablaba por celos y otro que ni se acercaba para que el primero no se enfadara.
Pero este mismo comportamiento lo tiene también Ángel con Laura. A la noche fuimos a la chimenea a cantar canciones (Victor, Angel, Laura y yo). Angel iba con sus cascos todo el rato, no dijo ni “mu”. Laura me contó que era su forma de reaccionar, de llamar la atención. Yo trataba de hablar con Angel sobre eso. Creo que es algo que hace falta aquí, no les hablan de las chicas y luego no saben reaccionar de forma natural! Y es muy importante cambiar eso desde pequeños en este país para que luego en un futuro no se comporten igual que los hombres en America Latina en general. Bueno, yo hablaba con Angel y él me contaba que la quería mucho, que ella le ignoraba… Dice que el año pasado estaban mucho más unidos y que ahora no podía hablar con ella, que había cambiado mucho. ¿Quién cambió?

También estuve con Emilio, esta feliz!. Más que nunca en toda sus vida. Me dijo que había hablado con su hija Esther y que va a volver en agosto. A lo mejor con los aitas!.

Ahora me acompañó Enrique a la pieza. Es el hermano de Juan. Me invitó el sábado a su competición. Al darle las buenas noches le di un beso y me dijo que nadie había hecho eso. Yo me corté porque…debería haber pensado que aquí podría ser diferente, sólo había sido un beso en la mejilla de buenas noches, como a cualquier amigo pero… en fin. Le pedí perdon con un poco de guasa para quitarle importancia, nos reímos y ya. Tiene una dulce timidez … me recuerda a su hermano Juan, en la mirada, creo.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Resulta increíble. Uno te mira y es incapaz de imaginar la cantidad de cosas que has vivido.

Y eso que lo de Paraguay es en realidad un pequeño pedacito de una vida llena de aventuras. Algún día se basarán en ti para hacer pelis estilo Indiana Jones *;P

Aunque Indy no era capaz de provocar tantos celos en los hombres *;P Dios mío! Si lo consigues hasta con los niños! *;P

Negartija dijo...

Bueno... esa es la magia, quedarse mirando un bicho con alas y darse cuenta de que en realidad es un hada... La clave no esta en el bicho sino en los ojos que lo miran... No quería decir con esto que yo fuera un hada!! sino que... para ver las cosas hay que saber mirar, no?. Bueno, sé que tu me entiendes y que conoces muchas de esas parcelas llenas de aventuras de mi vida. Aunque no es comparable a la de Indiana Jones! o bueno,... a ratos sí. Como cuando me perdí en aquella pirámide egipcia o cuando los indígenas nos perseguían en la selva del Tikal a mi hermana y a mi!!! pero eso es otra historia... no?. Je je je...

Anónimo dijo...

: ))