2 de octubre de 2006

Un cuento de invierno

A veces encuentro mi reino un poco extraño... en fin, no es algo "extraño", supongo que es algo con lo que hay que aprender a convivir, pero... es difícil. Desde que aquel brujo de magia negra maldijo estas tierras,... la gente se pelea por ellas,...
Aquel oscuro día en que le permitimos entrar y le atendimos con hospitalidad, ¡como uno de nosotros!... y él traicionó a sus congéneres... la gran batalla se inició. Lo único que él deseaba poseer era el poder infinito, el dominio entre sus manos. Y usó la magia para ello. Cerró las mentes de los pescadores a la libertad. Cegó a los niños para que no pudieran aprender más que sus propias doctrinas y desterró a su mujer por ser tan osada de tener sentimientos de paz.
Muy poderosos magos acudieron a los lamentos de los no afectados,... estudiosos y científicos, sabios y los más sabios de todo reino vecino,... y a pesar de todas sus investigaciones no hallaron antídoto alguno contra el terrible hechizo que embrujó el reino...
Y los hijos de esos hijos heredaron la maldición sin saber siquiera a qué extraña fuerza obedecían. Actuaban de manera violenta, atendiendo a su erronea idea de libertad,... sin entender... que en realidad estaban siguiendo a un ser malvado que movía, y aun mueve, sus hilos. Sin comprender que están más atados que nunca y que la liertad está en el amor y no en el odio... ...
Algún día mi reino se liberará de la ira que lo tiene embrujado,... algún día volverá a nacer y veremos los verdes prados sin manchas rojas. Se descolgarán las sabanas pintadas de las fachadas y se verán de nuevo las hermosas casas...
Cuando encontremos el antítodo, por fin, hablaremos cara a cara y sin pasamontañas. Lanzaremos al viento todos los lazos azules y negros... ... porque no los necesitaremos...

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5 comentarios:

Joven Alex dijo...

Ojalá podamos verlo. Me entristece entrar en tu reino y ver esas manchas rojas sobre el maravilloso verde de los campos, esas lonas que entristecen las fachadas que otrora relucían, o esas palabras que son muros y no puentes... Espero poder lanzar contigo todos los lazos que no unen sino dividen... Un beso

Anónimo dijo...

Me he enamorado de la muñequita ensangrentada del final de la entrada. ¿Cuándo me la presentas? *;P

Un mensaje precioso. Aunque como me conoces, sabrás que me enterneció mucho más tu poema del hombre lobo y la luna *;)

¡Sigue escribiendo! Muak, muaak, muaaak!

Anónimo dijo...

¿ira en tu reino? ¿qué me dices?, si ¡eres un ángel!
No dejes de escribir.
Beso.

Anónimo dijo...

Por ciero, mira lo que comparte uno de tus "vecinos", pensé que te gustaría.
http://puffycrew.blogspot.com/
Otro.

Negartija dijo...

MMmmhhh... me parece que sí, Itzi, hay bastante ira en el reino del norte, rencor... incomprensión... y tal vez falta del sentido de la vida.
No se si trataba de enviar un mensaje, Juanjillo... supongo que siempre hay mensaje. Pero en realidad sólo contaba el cuento desde mi punto de vista. Sabía que te iba a encantar la princesa de ese reino... aunque llorara sangre.
Joven Alex!, me alegra verte de nuevo por aquí. De esa manera en mi mundo habrá mas colores... a lo mejor un día conseguimos hacerlos estallar por el Universo.

Un beso muy grande a mis tres invitados de hoy.